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L'ASSOCIACIÓ SOBREVIURE A L'ICTUS TARRAGONA és una entitat No lucrativa constituida el 2015 per un grup de pacients afectats, familiars i professionals. Volem oferir assessorament i acollida a les persones afectades per un dany cerebral adquirit, fonamentalment ictus, i a les seves famílies i cuidadors. En aquest blog, a més de la informació de l'associació, pots trobar totes les informacions i noticies que compartim en el Facebook i que creiem poden interessar a afectats i familiars.

dilluns, 2 de març del 2015

¿Cómo se recupera el cerebro después de una lesión?

¿Cómo se recupera el cerebro después de una lesión?
Publicado el febrero 28, 2015 por beagonort
El cerebro es sumamente dinámico. La adquisición de nuevos aprendizajes sucede gracias a la plasticidad cerebral: propiedad del tejido nervioso de modificar su propia organización y funcionamiento para adaptarse a diversas situaciones, como cambios ambientales, envejecimiento y lesiones. Se trata, por tanto, de un proceso que está presente en todas las etapas de la vida.
Existen tres tipos de plasticidad:
Plasticidad madurativa. Son los cambios del tejido cerebral en las etapas tempranas de la vida que preparan al sistema nervioso para la edad adulta (Valadez 2007). La enorme flexibilidad del tejido, es por una parte guiada genéticamente y por otra, modulada por la estimulación mediante un ambiente enriquecido. La estimulación es la base de la adquisición de una buena funcionalidad, fortalece las conexiones sinápticas dando como resultado una mejor organización y mayor eficiencia. La plasticidad madurativa puede darse en diferente grado en las distintas regiones cerebrales, lo cual ocasiona que el desarrollo de las habilidades cognoscitivas, motoras y afectivas, no siempre se encuentre en el mismo nivel de maduración. Una vez que se ha consolidado el proceso de maduración, se da paso al proceso de adaptación.
Plasticidad adaptativa. Se refiere a las remodelaciones sinápticas que ocurren durante la edad adulta. Como consecuencia de la estimulación, se forman nuevas sinapsis, se remueven aquellas menos útiles y se transforman o refuerzan las existentes. Dependen de la experiencia por lo cual son numerosas durante los periodos de nuevos e intensos aprendizajes, o escasas si la actividad intelectual, motora o la estimulación sensorial son limitadas (Valadez 2007). Los cambios ligados a la experiencia también están ligados a la repetición. Las modificaciones sinápticas evolucionan y se consolidan con el tiempo (Karni 1997).
Plasticidad regenerativa. Consiste en la reorganización del sistema nervioso posterior a una lesión. Existen propiedades bioquímicas y estructurales a nivel neuronal que permiten la reorganización de las conexiones sinápticas, el desarrollo de ramificaciones colaterales al daño cerebral, así como una amplia gama de propiedades neurobiológicas que permiten la rehabilitación (Brailowsky, Stein y Will 1992).
Los nervios dañados reconstruyen y regeneran nuevas conexiones de forma espontánea. Cuando se cortan las fibras nerviosas que se proyectaban sobre un área determinada, algunas de las neuronas que permanecen intactas reaccionan a la desaparición de las células nerviosas dañadas aumentando en tamaño y en número sus propias terminaciones. En las neuronas intactas crecen nuevas ramas colaterales en los axones y de esta manera llegan a ocupar algunos de los sitios sinápticos dejados vacantes a consecuencia de la lesión. Este proceso se conoce como sinaptogénesis. A pesar de que no reemplaza completamente el tejido dañado, sí se observa en muchas ocasiones, una mejoría en la conducta afectada (Valadez 2007).
También existen mecanismos de sustitución funcional, gracias a los cuales una parte del cerebro que normalmente no está asociada con una determinada función, podría reprogramarse para tomar a su cargo las funciones del área lesionada. La recuperación es posible, siempre que sobreviva una parte del tejido que desempeñaba la función afectada. La sustitución está acompañada de una reorganización nerviosa, la cual permite a una estructura asumir la función del área dañada sin dejar de cumplir aquello que normalmente le corresponde. Esta concepción implica, sin embargo, que el comportamiento sustituido no corresponde exactamente a la manera habitual de hacer las cosas (Brailowsky, Stein y Will 1992). El mecanismo descrito presupone que el tejido nervioso es equipotencial, es decir, cualquier célula nerviosa puede desempeñar de manera eficiente tanto funciones cognoscitivas, como motoras o sensoriales.
Otro mecanismo de plasticidad regenerativa es la formación de neuronas a partir de células madre. Se trata de células multipotenciales, ya que tienen la propiedad de diferenciarse en varios tipos celulares. Se han ubicado principalmente en dos regiones cerebrales: el hipocampo y el bulbo olfatorio. En el caso de una lesión, se estimula la producción de células madre, las cuales migran hasta el área lesionada, siempre que el sitio esté cercano. Cuando se forma una nueva neurona a partir de una célula madre, toma en promedio un mes para que sea completamente funcional y capaz de intercambiar información. Por tanto la neurogénesis es un proceso, no un evento (Gage 2003). Actualmente, uno de los objetivos más ambiciosos en el campo de las neurociencias es la manipulación de las células madre como herramienta potencial de reparación del sistema nervioso, tratando de maximizar el proceso que ocurre de manera natural tanto en el desarrollo como después de una lesión (Zigova et al. 2003).
Un factor adicional que influye en la supervivencia y en la posterior maduración neuronal y neuroglial, es la presencia de sustancias químicas que estimulan la proliferación y formación de nuevas conexiones. Estas sustancias se conocen como factores neurotróficos (Purves et al. 2001). Están presentes desde el desarrollo embrionario y en la maduración temprana promoviendo el crecimiento y desarrollo de las neuronas. En el cerebro adulto, aseguran el funcionamiento neuronal y después de una lesión, regulan el proceso de generación de neuronas y de conexiones entre las mismas (neurogénesis y sinaptogénesis).
Al igual que en los otros tipos de plasticidad, la estimulación desempeña un papel fundamental en la plasticidad regenerativa. Un cerebro ejercitado adquiere mayor dominio de las habilidades estimuladas, lo cual propicia que tenga una mejor recuperación. De igual forma, posterior al daño cerebral, la estimulación favorece la reconectividad y la reorganización cerebral. El objetivo de la rehabilitación es servir de guía para que las reconexiones sean las adecuadas, evitando conexiones anárquicas o de baja funcionalidad.
Autoras: Beatriz González Ortuño y Paola González Lazaro
Brailowsky, S., Stein, D. G. y Will, B. (1992) El Cerebro Averiado. Plasticidad Cerebral y Recuperación Funcional. México: Fondo de Cultura Económica.
Gage, F. H. (2003) “Brain, Repair Yourself”. En: Scientific American. Vol. 289, No. 3: 46-53.
Karni, A. (1997) “Adult Cortical Plasticity and Reorganization” En: Science and Medicine. Vol. 4, No. 1: 24 – 33.
Purves, D., Augustine, G. J., Fitzpatrick, D., Katz, L. C., LaMantia, A. S., McNamara, J. O. y Williams, S. M. (eds.) (2001) Neuroscience. USA: Sinauer.
Valadez, J. (2007) Maduración, Lesión y Plasticidad del Sistema Nervioso. México: Edciones de Neurociencias.
Zigova, T., Snyder, E. Y. y Sanberg, P. R. (2003) Neural Stem Cells for Brain and Spinal Cord Repair. USA: Human Press.
Paola y Beatriz son autoras del libro: Afasia. De la teoría a la práctica. (2012) México: Editorial Médica Panamericana. Disponible tanto en papel como en formato electrónico (ebook).
AFASIA: pérdida de lenguaje como consecuencia de lesión cerebral.
Afasia ConTacto: Nuestro objetivo es trabajar directamente con los pacientes en el aspecto de rehabilitación del lenguaje, para una comunicación funcional, así como crear el sentido de comunidad, intercambio y difusión.
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